El origen del 8M: por esto se celebra el Día de la Mujer y por qué desde esa fecha

El Día Internacional de la Mujer se celebra cada año en el octavo día de marzo: este es el origen y por esto se celebra el 8M

Como cada año, millones de mujeres se echan a las calles para protestar y reivindicar sus derechos. Pese al avance de gran parte de la sociedad, muchas de ellas creen que la igualdad total todavía está lejos de lograrse. La gran mayoría conoce el origen de este día, pero son otros muchos los que lo desconocen, por eso te queremos mostrar de dónde nace toda esta tradición y a quién rinde homenaje cada ocho de marzo.

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El origen del 8M: por esto se celebra el Día de la Mujer y por qué desde esa fecha Elperiodicodegijon.es

El primer 8M se celebró el 28 de febrero de 1909. Sí, no fue en un ocho de marzo. El partido socialista de los Estados Unidos creyó conveniente conmemorar el incendio en una fábrica de tan solo un año antes. Murieron un total de 150 trabajadores, pero la amplia mayoría eran mujeres. Precisamente de esta tragedia nació el color del feminismo. Al parecer, el humo que salía del edificio de camisas era morado, por eso todas las mujeres portan ese conocido tinte en las manifestaciones de todo el mundo. Este hecho no está del todo confirmado, pero lo que se conoce con seguridad es que la mayoría de textiles eran morados.

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En la segunda década del siglo XX, Estados Unidos no fue el único país protagonista por las mujeres. También ellas fueron protagonistas en Rusia durante la revolución en dicho país. Se pusieron en huelga entre los días 23 y 27 de febrero del calendario juliano. Si transformamos esas fechas en el calendario gregoriano, lo que hicieron los rusos en 1918, da la casualidad de que estos días se transforman en los días 8 y 12 de marzo. Fue ahí donde nació la fecha del 8M.

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El origen del 8M: por esto se celebra el Día de la Mujer y por qué desde esa fecha Elperiodicodegijon.es

Actualmente, hombres y mujeres son iguales ante la ley, pero antiguamente había diferencias bastante sonadas. Una de ellas no era otra que el sufragio. Antes del sufragio femenino solo podían votar los hombres. Esta situación cambió en Nueva Zelanda a finales del siglo XIX, pero no fue hasta 1919 cuando las mujeres podían ser elegidas para un cargo público. En España, no pudieron votar hasta 1933, pero se aprobó dos años antes. Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken fueron las heroínas de millones de mujeres que llegaron más tarde. Desde entonces todas las mujeres españolas han luchado a diario para ser equiparadas a los hombres.

Poco a poco, y con el esfuerzo de tanto mujeres como de hombres, la igualdad se está alcanzando en la gran mayoría de rincones del mundo. España es un país puntero en ese aspecto, como bien muestra el Ministerio de Igualdad.

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