El ejemplar de ciervo albino que está dando la vuelta al mundo: Doñana es el gran protagonista de los últimos días
La riqueza vegetal y animal que aporta el Parque Nacional de Doñana, ubicado en la provincia de Huelva, está fuera de toda duda, aunque en los últimos meses haya estado más ligado a noticias polémicas que a su propia naturaleza. Pero el parque ha vuelto a ser noticia por algo que está dando la vuelta a mundo.
Se trata del visionado de un ejemplar insólito de ciervo, un ciervo albino. La organización de defensa de la naturaleza, WWF España, que trabaja en el parque, ha afirmado que se trata de un hecho muy complicado de ver en este animal. El propio Ayuntamiento de Almonte ha dado a conocer estas imágenes a través de sus perfiles en redes. Se puede comprobar cómo un grupo de esta especie deambulan por el campo y entre ellos destaca el ciervo albino. La ubicación exacta del avistamiento se ha producido en La Rocina, dentro del Parque Nacional, aunque hay otras muchas personas que afirman haberlo contemplado por diferentes zonas.
Un animal con una baja probabilidad de que exista: el ciervo albino de Doñana
Las estadísticas hablan de la poca posibilidad de ver un ejemplar de estas características ya que solo uno de treinta mil ciervos pueden acuciar esta ausencia de pigmentación. Precisamente, uno de los grandes espectáculos naturales que ofrece el Parque Nacional de Doñana es la berrea del ciervo. Se trata del sonido que reproducen los machos de la especie cuando están en la época del celo. Esta se produce los últimos días de la etapa estival, siendo el anochecer cuando es más posible contemplar a los machos buscar a las hembras.
Los bramidos les sirven para ir marcando su territorio frente a posibles enemigos que quieran aparearse con las hembras. Además, las posiciones jerárquicas se establecen a través de golpes y carreras. Los vencedores de todos los duelos pueden llegar a tener un grupo de hembras que puede alcanzar la cifra de hasta cincuenta ejemplares. En caso de no producirse el embarazo, a los dieciocho días la hembra vuelve a producir óvulos que podrán ser fecundados. El periodo de gestación tiene una duración de 235 días. El nacimiento de los cervatillos se producen en el mes de mayo e incluso tocando algunos días de verano.
Lo lógico es que se dé el nacimiento de uno, a lo sumo dos, aunque no es lo habitual. Cuando empiezan a desarrollarse en la naturaleza por sí misma es justo al año de su nacimiento, cuando abandonan el amparo de la madre y corren por sí solas por Doñana.
